¿Cómo llegó nuestra L3H3 a nosotros? Proceso de compra
Hoy 29 de agosto de 2020 es el primer aniversario de nuestra furgo camperizada… porque ya llegó a nuestras vidas en marzo, pero hasta que no estuvo preparada, no fue bautizada.
Si tienes furgoneta, Autocaravana o Caravana imagino entenderás todo lo que ahora quiero intentar expresar con mis palabras, porque de verdad que el día que la recogí me sentí… buahhh era FELIZ.
Había estado demasiado tiempo buscando (2 años eternos), había dado demasiados tumbos, me había llevado varias tortas y ahora sí que sí, la teníamos con nosotros.
La caravana «efímera»
Tengo que contaros que antes de la furgo fuimos propietarios de una caravana durante creo que 10 horas o así… antes de sentirnos engañados, desilusionados… porque sí, en este mundillo como en otros también hay mucho pícaro suelto. Fuimos a una casa de compra venta de segunda mano cuyo nombre no quiero recordar, y después de ver algunas caravanas acabamos en una que en principio parecía que cumplía con lo que necesitábamos. De aspecto no estaba mal, tenía lo que para nosotros considerábamos necesario para hacer vida dentro y el precio entraba dentro del presupuesto. Visto lo visto sólo era cambiar colchones, cojines, las telas de cortinas y el suelo…
Pero el destino nos tenía preparado algo mejor. Cuando hablamos con otra persona de la empresa tras haber pagado la reserva, OH SORPRESA: nos «recordó» que uno de los fuegos de la cocina no funcionaba y además, a las preguntas que le hice porque me parecía que uno de los cristales del fregadero y cocina estaba roto, me confirma que efectivamente éste faltaba. A cuadros me quedé, no podía creerme lo que mis oídos escuchaban… «Caravana en perfecto estado de conservación» decía el anuncio, y cuando nos la enseñaron, nadie mencionó esos detallitos. » Abre todos los armarios, tírate al suelo, mira todos los recovecos…» que exagerada es la gente, pensaba. Yo me decía a mi misma, si vamos a una empresa, habrá una mínima decencia, seriedad y garantía. Que inocente fui.
Les propuse que me arreglaran ambas cosas, pero se negaron. La vendían como estaba. Así que una bruma negra se apoderó de nosotros, ya no nos fiábamos de que hubiera más vicios ocultos… rompimos el contrato. Nos devolvieron la señal y san sacabó. Lo que aquel día me pareció un duro golpe del que me costaría recuperarme (somos bastante desconfiados), ahora sé que fue justo lo que tenía que pasar para acabar hoy como estamos.
Y yo no me rindo
Si me conoces lo sabes y si no, te lo cuento aquí: soy bastante, como decirlo, insistente. No suelo rendirme. Si algo se me ha metido entre ceja y ceja, allí que voy con toda la artillería a conseguirlo. Yo quería ser una turista itinerante y tenía que encontrar cómo.
Para entonces era asidua de diferentes foros de campismo, me sabía los anuncios del compraventa de memoria y tuve la suerte de conocer a alguien de Huelva que vendía su caravana. En una de esas conversaciones sobre caravanas y autocaravanas me habló de las furgonetas camperizadas. Ni papa, no sabía que era una camper. Así que (imaginároslo) me vi 200 mil vídeos de camperizaciones, descubrí empresas de camperización, usuarios de camper, gente que se las construía ellas mismas… flipé en colores. Me abrí la cuenta de Instagram para seguir descubriendo más de este mundo… y entonces esta persona (¡¡Gracias Dani!!) me habló de Global Vans.
Amor a primera vista
Y llegó diciembre de 2018. Para entonces había ya intercambiado varios correos con «San Luis» de Global Vans y tenía claro que tenía que ir a sus instalaciones y ver una furgo de las suyas in situ. Me costó un poco convencer a Antonio, pero al final conseguí que fueramos a Sevilla a ver esas maravillas de furgonetas que hace mi amigo Luis y su equipo.
Y qué decir: Trato exquisito, explicaciones al detalle, resolvió todas nuestras dudas… (además de contestarme los tropecientos correos que le había mandado). Solo tenemos palabras de agradecimiento para Luis y su equipo.
Fue amor a primera vista. Estaba decidido. Tenía que hacerme con una «Global Vans». Sabía que no me arrepentiría.
Y después de lo que pasó, ¿dónde comprar una furgoneta de segunda mano para camperizar?
Imagínatelo, después del numerito de la caravana, fíate tú ahora de un compraventa de furgonetas de segunda mano. ¡¡Dios!! ¡¡Todo eran problemas!!! Furgoneta L3H2, 120.000 km, en Vigo… otra en Barcelona, Zaragoza… que somos de Huelva, no nos olvidemos, atravesarnos España entera para comprar una furgoneta sin tener ni idea de mecánica, era demasiado ya.
Volvía a tener un problema, se desvanecía mi castillo de naipes de nuevo. Pero entonces me acordé de una persona (otro santo) que conocí hace algunos años por motivos laborales que se dedicaba a la compra venta de coches de segunda mano y lo llamé porque desconocía si él podía buscarme una furgo de las características que necesitaba. Y así fue. Con Juan Antonio, de Automóviles La Paz, todo fue fácil y supo encontrar lo que necesitábamos. Al final una Jumper L3H3, que para la altura de Antonio era más cómoda, pero es que además, el extra que nos daba para almacenaje era bestial.
Conclusión y agradecimientos
La importancia de las referencias en estos casos es fundamental, sobre todo, para los novatos. Si sabes dar con empresas profesionales, que te asesoran, que te acompañan en tu búsqueda y tu proyecto, forman parte de tu sueño y siempre les estaréis agradecidos.
Así que hoy, en el día del cumple de nuestra Camperpian quiero darles las gracias a Global Vans y a Automóviles la Paz por haberme ayudado a cumplir un sueño. Desde aquí les animo a seguir siendo tan buenos profesionales como lo fueron con nosotros durante la búsqueda, la construcción del proyecto y sobre todo por el servicio posventa de ambos, que fue de matrícula de honor.
Si quieres saber algo más, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!.
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