De @Furgoparatodos
¡Qué ganas tenía de compartir esta entrada de Blog!
Estrenamos categoría en el Blog y estoy encantada de que sea “mi amiga de Instagram” Marta de @furgoparatodos la encargada de abrir el telón de las colaboraciones.
Cuando entré por primera vez en Instagram me pareció una red social muy interesante. Las fotos que publicaba la gente, los contenidos, el buen rollo que en general se respira en esta comunidad hicieron que poco a poco me fuera despegando de otras en favor de un mayor consumo de sus contenidos. Me abrí mi propia cuenta para la Camperpian y empecé a conocer familias furgoneteras que compartían con nosotros un estilo de vida, de viajar, de pensar… y me parecía maravilloso. Y de repente conectas con alguien, como en la vida “real” y eso fue lo que pasó con @furgoparatodos.
Recuerdo una noche en la cama cuando en sus hisotrias de IG vi como esta familia del Puerto salía de ruta hacia nuestra Sierra, y no pude resistirme a hacerles un comentario en plan: “qué guay! ¿A dónde vais?”.
En esa conversación salió la recomendación de visitar Linares de la Sierra, otro de nuestros pueblos serranos que tienen declarados como BIC sus conjuntos históricos. Este pueblecito se caracteriza por tener las calles de su casco urbano con empedrados artísticos a las entradas de las casas. Nosotros lo conocemos porque tenemos familia política por allí y la verdad es que, además de comer muy bien, me parece un lugar que merece la pena visitar.
Cuál fue mi satisfacción, cuando a la vuelta de su viaje, Marta me confirmó que les había encantado la recomendación. Así que, decidido, debía ser ella quien inaugurara las rutas recomendadas por otros furgoneteros del Blog. Y aquí os la dejo, no me enrollo más. Ella nos va a contar qué pueblos han visitado y dónde han pasado la noche.
Yo no tengo nada más que añadir, solo espero que te guste su recomendación y te invito a que pases por nuestra Sierra.
RUTA POR LA SIERRA DE ARACENA (HUELVA) por Marta de @furgoparatodos
Aunque yo ya conocía parte de la Sierra de Huelva de mi época scout, quedamos prendados de esta zona en una quedada furgonetera improvisada en el área recreativa El Talenque hace unos tres años, cuando éramos unos novatos en el mundo camper. A esa quedada nos presentamos sin conocer a nadie y desde entonces conservamos muy buenos amigos que nos han enseñado mucho y con los que seguimos disfrutando de la vida furgonetera. Hoy, por lo que tenemos entendido, está prohibida la pernocta en esa área.
En esa quedada nuestros amigos nos descubrieron lo maravillosa que es la Sierra de Huelva. De aquella visita conocimos el mundo minero (Corta Atalaya, museo minero, el poblado inglés) y las espectaculares vistas de la peña Arias Montano.
Hemos vuelto a visitar Huelva varias veces para recolectar setas en Hinojos y acudir a quedadas furgoneteras.
Este año no entraba en nuestros planes volver a Huelva, pero el Covid unido a que la más pequeña de nuestras dos hijas no tolera muy bien los viajes, hicieron que nos decantáramos por un destino cercano, bonito, seguro, barato y con muchos atractivos… el destino elegido fue la Sierra de Aracena.
DÍA 1: ARACENA
Salimos de El Puerto de Santa María por la mañana directos hacia Aracena, a media mañana estábamos aparcados en el parking municipal señalizado como el de los visitantes de la Gruta de las Maravillas. Llevábamos las entradas compradas desde casa varios días antes (recomendado) para justo después de comer. Aprovechamos lo que quedaba de mañana para visitar todo el centro ya que estábamos a un paso y tras comer y visitar la Gruta, subimos a la parte alta. Visitamos el Cabildo, la Iglesia y el Castillo. Desde la parte alta las vistas son espectaculares, los monumentos imponentes, salvo el Castillo que deseamos que sigan en proceso de recuperación….
Tras varias recomendaciones y comprobar la viabilidad con la policía local, nos quedamos a dormir en el parking de tierra al lado de donde aparcamos por la mañana que es donde se instala el mercadillo sin ningún tipo de problema.
DÍA 2: LINARES DE LA SIERRA – ALMONASTER LA REAL
No teníamos previsto visitar Linares de la Sierra, pero gracias a vosotros pasamos una maravillosa mañana en este pueblo, que para mí personalmente, ha sido el gran descubrimiento de esta Sierra. Pueblo por donde pareciera que no haya pasado el tiempo, calles blancas, estrechas y empedradas, muy cuidadas y con mosaicos en las puertas de las casas, fuentes públicas preciosas de agua fresca y cristalina. Es el epicentro de multitud de rutas de senderismo, con una Iglesia preciosa y un parque adyacente que nos sirvió de comedor regalándonos una sombra que se agradecía por las temperaturas de las fechas. La furgoneta la dejamos en un parking a la salida del pueblo, ya que el tráfico rodado estaba prohibido para no residentes, medida de gran acierto.
Por la tarde pasamos por Almonaster la Real con ánimo de pasear y visitar este pueblo, ya un poco más grande, pero el calor sofocante unido a que la Mezquita, principal atractivo del pueblo, no abría hasta última hora de la tarde, nos hizo adelantar la llegada al Camping Rivera de la Chanza en Cortegana que es dónde pretendíamos pasar la noche. Sinceramente este Camping sin grandes lujos nos sorprendió por su higiene, tranquilidad y precio… no llegó a 20 euros con todos los servicios incluidos. Pocos visitantes, poca sombra también pero como había sitio de sobra para elegir encontramos una parcela de lo más cómoda, llana, sombría y cerca de los servicios.
DÍA 3: CORTEGANA – ALMONASTER LA REAL
Amanecimos tras una noche fresca de agradecer y pusimos rumbo a visitar el Castillo Medieval de Cortegana. He de reconocer que pasamos un mal rato ya que nos informaron mal para poder llegar al castillo que estaba situado en la parte alta del pueblo. Por un lado, nos dijeron que se podía llegar con la furgoneta sin problemas y aparcar ya que había una zona de parking, pero nos indicaron que se subía por la llamada “cuesta empedrada” y resulta que esta cuesta es para subir principalmente a pie, y claro, nos encontramos arriba del todo, sin poder aparcar y sin margen de maniobra con la furgoneta. Dejé a Emilio con las niñas y el perro arriba, y yo di la vuelta como pude para desandar lo andado, quedando atrapada en una placita cuyas calles aledañas eran tan estrechas que la furgoneta no pasaba. Por suerte, un vecino al que asalté, me indicó marcha atrás cómo salir del atolladero. Después me contó que la subida en coche es por la parte trasera del castillo, una carretera amplia de doble sentido que muere en el famoso parking. Como veis, no hay viaje sin anécdota.
Sinceramente quedamos prendados del Castillo y de la zona que lo rodea, la fortificación medieval está cuidada con esmero y la guía estaba formada al detalle sobre la historia de la zona, pasamos toda la mañana en el recinto, disfrutando de la fortificación, de las vistas y de la Iglesia adyacente.
Comimos por la zona, descansamos y pusimos rumbo a Almonaster para visitar la Mezquita que nos tenía en vilo desde el día anterior.
Aparcamos en uno de sus parkings municipales. Paseamos por el centro, subimos a la Mezquita, también situada en la parte alta del pueblo, por la parte de atrás callejeando por lo que fue un antiguo barrio orfebre que varios vecinos de la zona están luchando por recuperar. El paseo es magnífico por las vistas que regala: Bordea toda la parte trasera de la Mezquita.
Cuando llegamos entendimos el por qué de la visita a última hora de la tarde: el atardecer allí es de ensueño, personas disfrutando del momento, descansando, leyendo, pintando….
La Mezquita está muy bien conservada para la poca inversión económica que sufre esta zona. La guía turística estaba muy preparada también y nos brindaron unas vistas espectaculares. Al lado está la plaza de toros, pequeña y de antigüedad considerable. La verdad que no daban ganas de irse. Tanto es así que se nos echó la noche encima cuando quisimos llegar al Camping El Madroñal de Fuenteheridos donde pretendíamos pasar los últimos días.
DÍA 4: FUENTEHERIDOS
Llegamos de noche y a oscuras al camping. Hay dos zonas muy muy diferenciadas, una parte más preparada con más servicios cercana al bar y a la piscina y otra mucho más alejada y más salvaje, metida completamente en un bosque de castaños y que no disfruta de las mismas comodidades. Nosotros nos decantamos por esta última, por un lado para evitar la masificación de personas (el covid) y porque somos más aventureros. Fue un gran acierto, aparcamos casi por intuición, cenamos y nos acostamos agradeciendo la bajada drástica de temperaturas de la noche.
Por la mañana quedamos impactados: estábamos bajo varios castaños de gran tamaño, sin nadie a la vista alrededor, con una fuente justo al lado que no habíamos visto, era como estar en mitad de la Sierra… disfrutamos de toda la naturaleza que nos rodeaba y pedimos unos pases para la piscina antes de comer.
El camping, aunque antiguo y algo descuidado en cuanto a los servicios, si que es muy grande y cumplía a la perfección con todos los protocolos covid. A nosotros esos detalles no nos importaron porque estábamos encantados de estar en el último rincón, en nuestro bosque de castaños particular, los servicios los llevábamos nosotros en la furgoneta y no hicimos uso de los de allí. Eso sí, 35 euros la noche, me pareció algo caro, no por el camping en sí, que estaba en un entorno espectacular y tenía todos los servicios, sino por la falta de renovación o modernización de sus instalaciones.
A última hora de la tarde visitamos Fuenteheridos, se puede ir caminando desde el camping, disfrutamos de su fuente histórica, paseamos por sus calles y aprovechamos para hablar con la familia, ya que en el camping no hay nada de cobertura.
DÍA 5: CASTAÑO DE ROBLEDO – JABUGO
No desmontamos nada ya que íbamos a quedarnos otra noche en “nuestro bosque” del camping, pero fuimos a pasear por Castaño de Robledo, un pueblecito pequeño rodeado de castaños, con zonas de descanso que algún amigo nos recomendó incluso para pernoctar. Nos encontramos con gente amable y alguna furgo curiosa por la zona, lo más destacable es el entorno donde está ubicado.
No podíamos abandonar la zona sin pasar por Jabugo y comprar y catar las chacinas, los patés y comprobar cuán importante es la cultura del cerdo para la comarca.
DÍA 6: VUELTA A EL PUERTO
Disfrutamos la mañana en el camping y la piscina, recogimos todo con tranquilidad, comimos y vuelta para casa aprovechando la siesta de la pequeña, que como os he contado es muy mala para viajar.
Todos los pueblos están muy cerca unos de otros, con lo que no invertimos mucho tiempo en la carretera, aunque he de decir que para los que nos gusta conducir, es como atravesar otro mundo, poco tráfico, encuadrada entre árboles, vistas preciosas….
¿Qué os ha parecido la ruta que nos comparte esta familia furgonetera? A mí me entran ganas de replicarla tal cual, ¡y no lo descarto! Creo sinceramente, y lo pongo de manifiesto en cada uno de los artículos de este Blog, que mi provincia tiene un potencial turístico brutal.
Ahora toca seguir luchando porque los turistas itinerantes seamos bienvenidos en más lugares y nos sigan habilitando zonas de servicios, ya sean gratuitas y públicas o privadas y de pago.
Porque somos turistas de calidad. En general disfrutamos del medioambiente y somos respetuosos con el entorno, amamos los lugares y rincones con encanto, nos mezclamos con los lugareños y consumimos local.
¿Qué mejor motor para darle vida a estas zonas y otras de la provincia?
Gracias Marta y familia por compartir con nosotros vuestra ruta por la Sierra de Aracena en vuestra furgoneta.
¡¡Nos vemos por Huelva!!
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