De Cazorla a Freila, pasando por Pedro Abad
A principios del 2020, cuando tuve en mis manos el calendario con las festividades y los puentes, no me podía creer el pedazo de año que teníamos por delante: la mayoría de las fiestas caían perfectas para poder hacer escapadas sin tener que pedir días de vacaciones anticipadas. ¡Se presuponía un buen año de escapadas en furgoneta!.
Además, como ya hemos comentado en algún que otro post, nuestra querida peque se marea en la furgo muchas veces, las curvas y los viajes largos a pesar de que la pobre se toma su medicina para el mareo, son sus mayores enemigos. Pero no por eso dejamos de salir. Nos planificamos e intentamos que las escapadas fuera de la provincia sean en puentes o vacaciones, ya que debemos hacer el viaje en dos etapas si hay que conducir más de 3 horas seguidas.
Cazorla
Llevo años queriendo ir a Cazorla, ¡¡años!!. Así que el puente del Pilar se antojaba fecha perfecta para la escapada. Estuve mirando las opciones de alojamiento que teníamos por la zona, la idea era ir de camping ya que nos gusta desplegar todos los elementos si vamos más de un día, y contacté por mail con el camping elegido. Para nuestra sorpresa nos dijeron que no hacía falta reservar, que el camping era bastante grande y tenían parcelas suficientes, no debía haber problema.
Ayyyyy inocentes…
Pedro Abad
Nos fuimos el viernes por la tarde y paramos más o menos a mitad de camino en Pedro Abad, un pueblo en la provincia de Córdoba donde contaban con un área de pernocta a pie de carretera que nos permitía desviarnos para cenar, pasar la noche y salir a la mañana siguiente.
Nos dimos una primera vuelta con la furgoneta para ver dónde estaba el área y vimos la zona donde estaban los bares y restaurantes. Dejamos la furgo en una de las calles principales y paseamos hasta que encontramos un sitio que nos pareció bueno para cenar.
El área está en el Recinto Ferial. Cuenta con su zona de carga y descarga de aguas y está a pie de la autovía. También cuenta con una zona de orinales municipales. Cuando llegamos había otra furgoneta, junto a la que pasamos la noche.
A la mañana siguiente madrugamos, desayunamos y partimos rumbo a Cazorla. Y llamé al camping…
Estamos completos, esto ha sido una locura, anoche no paraban de entrar gente, no dábamos a bastos. Estamos ya diciendo que no a los que están llegando hoy.
Y nosotros en la provincia de Córdoba a 264 km de Huelva, en lo que suponía iba a ser un puente fantástico. ¡¡¡ERROR!!! nunca te vayas de puente sin reservar, y si no te dan la opción, descarta destino y busca otro. Nunca más…
Así que tuvimos que pararnos en la siguiente gasolinera que encontramos mientras me ponía como las locas a buscar algún camping por la zona. Llamamos a varios sitios, y estaban todos con el cartel de completo. Entre que habíamos salido todos escopetados buscando aire fresco, libertad y naturaleza y que por tema covid, en muchos sitios nos decían que tenían menos plazas de las habituales, nos las vimos y nos las deseamos para encontrar un sitio al que irnos. Pero llegó nuestra salvación: tras varias llamadas fallidas, una voz femenina nos dio esperanzas. ¡Por fin!, nos íbamos rumbo a Freila.
Camping municipal de Freila
Finalmente acabamos en el camping La Cabañuela. La chica que nos atendió fue super amable y nos dio todas las facilidades del mundo para poder llegar hasta allí y disfrutar de nuestro puente a pesar de haberlo empezado con mal pie. Desde aquí gracias.
Tanto a la ida como a la vuelta cogimos por sitios de acceso más complicados de lo habitual, ya que íbamos por carreteras comarcales y caminos, siempre guiados por el GPS, pero que nos hacían dudar si llegaríamos o no a nuestro destino. Hasta que de repente, de entre las montañas del Altiplano Granadino, apareció el pantano de Negratín. ¡Por fin llegábamos a nuestro destino!
Teníamos nuestra parcela preparada. El camping a pesar de ser bastante grande (unas 100 parcelas), tenía solo habilitada la parte central del mismo, la gran mayoría de las parcelas estaban en desuso. No había más de diez familias en total. Pero nos daba igual, sólo queríamos llegar y acampar.
El camping es de gestión municipal, de hecho la piscina es la municipal del pueblo y según nos contaron, este año por culpa de la pandemia, se había quedado cerrada al igual que la cafetería. Las instalaciones son correctas, nosotros solo usamos la carga y la descarga de agua. El restaurante y el súper estaban cerrados también, pero la chica nos lo advirtió cuando reservamos, así que lo que hicimos fue pararnos en el camino y comprar algo más de comida por si acaso.
El camping es interior y se ubica a unos escaso 200 metros del pantano de Negratín. El entorno es muy bonito y merece la pena salir y pasear hacia el embalse.
El pantano de Negratín
Puedes acceder al pantano dando una tranquila caminata desde el camping. En un radio de unos 50 metros, encontramos el restaurante, el aparcamiento, un parque infantil y la playa interior, la cual, en la parte más alejada está permitido ir con mascotas. Es un lugar muy concurrido por los aficionados a deportes acuáticos como el piragüismo y la pesca deportiva.
Es un punto de interés a visitar si estás por la Comarca de Baza. Está situado en la cara norte del Cerro del Jabalcón y es conocido popularmente como «El Mar del Altiplano».
Fue inaugurado en 1984, y es el tercero en tamaño de nuestra comunidad autónoma, con sus 20 km de longitud y una anchura máxima de 1,5 km. Fue construido sobre el cauce del río Guadiana Menor, afluente del Guadalquivir y su construcción supuso la desaparición de varias pedanías, cortijos y vías de comunicación que quedaron bajo sus aguas.
Nosotros pasamos una de las tardes paseando por la orilla de esta playa interior. Nos comentaron que había algunas rutas de senderismos por la zona, en concreto se puede llegar hasta la Torre del Maruq (aunque creo que no es de muy fácil acceso y más si vas con niños). Esta torre fue construida a la orilla del embalse y propina unas vistas muy bonitas entre los pinos y el agua.
Nosotros al final decidimos pasar el resto de los dos días tranquilos en el camping. Los niños enseguida se hicieron amigos de los críos que había y se lo pasaron estupendamente porque además, una de las familias, organizó una búsqueda del tesoro nocturna. Os podéis imaginar lo que corrieron y jugaron.
Las casas cuevas de Freila y el castillo
Y bueno, ya que habíamos llegado hasta allí, había que ir a conocer el pueblo. Estuvimos investigando sobre la marcha sobre Freila y nos pareció interesante despedir el puente visitándolo.
Es un pueblo pequeño, de unos 900 habitantes situado en el Altiplano Granadino, al norte de la provincia de Granada.
En él se encuentran los restos de una antigua fortaleza musulmana: el Castillo de Freila, es de época nazarí (siglos XIII al XV) y es el monumento más emblemático del pueblo. Consta de una torre, 2 lienzos de muralla, un aljibe y un antepecho de muralla. Está en ruinas.
Esta localidad era conocida como Fraximum en la época romana. El Castillo de Freila formaba parte de la estructura defensiva de la frontera norte, presidida por Baza en la época del Reino Nazarí. La fortaleza pasó a manos cristianas en junio de 1489, seis meses antes de la capitulación de Baza en diciembre de ese mismo año.
Se encuentra en una zona que contrastan la vega fértil en la que crecen olivos, frutales y moreras con las tierras secas y rojizas de la zona semidesértica que rodea Freila.
Urbanísticamente, destaca por sus casas cuevas, que representan el 80% de las viviendas donde habitan la gran parte de su población. Las casas cuevas ya eran habitadas desde la época musulmana.
También puedes visitar la Iglesia de Santa María de la Anunciación, la cual fue construida en el siglo XVI, poco después de la conquista de las tropas cristianas, sobre la antigua ermita de San Marcos, patrón de Freila.
En cuanto al paseo por el pueblo, es muy agradable y se puede recorrer perfectamente andando los puntos de mayor interés, ya que está todo muy cerca.
Nos llamó mucho la atención esta fuente situada en la plaza de San Marcos, que imita a la Fuente de los Leones de la Alhambra, de la que por cierto, no he podido encontrar información por la red. Si la conoces o tienes datos sobre ella, no dudes en comentarlo más abajo.
Era curioso el silencio que reinaba en las calles y además, no había muchos lugareños por ellas. Vimos a algunas personas llegando a sus casas y nos parecieron extranjeras. Cuando mirabas algunas de las viviendas y sus porches te podías imaginar a algún artesano desarrollando su creatividad. Nos resultó un pueblecito interesante para retirarse y dejar volar tu imaginación.
Solo se escuchaba a mis hijos jugando, correteando y gritando. Nuestros niños son bastante escandalosos. Una señora desde su balcón les saludó muy efusivamente y a mi me dio hasta apuro, pensaba que sus ruidos interrumpían la tranquilidad que allí reinaba. Pero todo lo contrario, la buena señora decía que «eran una alegría verlos y escucharlos», «un ratito», añadí yo 😉
Y así acabó nuestro accidentado puente del Pilar. No sin antes quedarnos casi parados en mitad de una carretera en cuesta muy pronunciada justo a la salida del pueblo, pero el gran conductor que llevábamos supo salir airoso del último incidente (llego a ser yo y no sé donde acaba la camperpian).
Lecciones aprendidas, lugares singulares descubiertos y otra aventura más para recordar. Nosotros de este viaje nos quedamos con lo bien que se portó nuestra salvadora y cómo nos sacó del lío en el que nos habíamos metido.
¿Y vosotros, habéis estado en Freila? ¿Conocíais el camping? ¿Habéis estado en la playa cuando ha estado abierta al público?
Os leemos y ¡nos vemos en la carretera!
Fuentes: rinconesdegranada.com // turgranada.es // freila.es // andalucia.org
Anibal Serrano Garcia
Hola,
Os invitamos a visitar el fantastico Valle del Ambroz, situado en el norte de Caceres.
Un saludo
Pilar
Muchas gracias por la invitación, lo tendremos en cuenta. Saludos.