«El Quejigo», donde todo comenzó…
En abril del 2017, año en el que andaba sumergida en mi particular y precoz «crisis de los 40», viví una experiencia que marcaría un antes y un después en mi vida:
Mi marido, mis hijos y yo habíamos organizado una visita a unos familiares en El Quejigo, una bella aldea situada en pleno corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, y a tan solo 3 km de Jabugo.
Este enclave debe su nombre a una especie de árbol muy característica de la zona: el quejigo. Tiene un aspecto muy parecido a las encinas aunque de hoja caduca y de copa menos densa.
La finca está ubicada en un pequeño pero precioso valle. Se compone de una casita con una acogedora marquesina, una zona de jardín muy agradable y una granja familiar con su rebaño de cabritas, un gallinero, y por supuesto sus cochinos…
Los niños, que por aquel entonces tenían 4 y 1 añito pudieron ver y ordeñar por primera vez a una cabra, dar de comer a los cerdos y recoger huevos para almorzar.
Era todo muy nuevo para ellos y se lo pasaron en grande… ¡Fue un día inolvidable!
En ese momento supe que la naturaleza y las experiencias tan simples como aquella y a la vez tan estimulante, debían estar presentes en nuestras vidas más a menudo.
El punto de inflexión
Después de aquella jornada campestre vendrían días, semanas y meses de búsqueda de la solución perfecta para toda la familia.
Teníamos que decidir cómo íbamos a hacerlo, ya que se nos ocurrían algunas posibilidades como una casita de campo o una caravana. Pero un día decidimos probar y alquilar una autocaravana (en el Rincón del Novato del este blog tienes un post dedicado a esta experiencia) y ahí se hizo la luz.
Finalmente, allá por enero de 2019 y tras casi 2 años intensos de búsqueda, tomamos una decisión: la forma en la que queríamos descubrir nuevos lugares en familia sería viajando en una furgoneta. La siguiente misión, por tanto, sería encontrar una que se adaptara a todas nuestras necesidades…
Así llegó «Camperpian» a la familia. Una furgoneta Citröen Jumper L3H3 que compramos en Atomóviles la Paz y que Global Vans se encargó de camperizar y adaptar a nuestras necesidades familiares.
Nos trataron genial, son unos magníficos profesionales especializados y ¡no podemos estar más contentos con el resultado!
¿Y por qué Camperpian?
Pues porque había que ponerle un nombre como a todo miembro de familia, así que, entre los cuatro nos pusimos a pensar…
Queríamos un nombre que nos representara y se nos ocurrió jugar con nuestras iniciales: Pi, de Pilar (madre e hija), An de Antonio (padre e hijo) y… Camper, porque bueno, es una furgoneta camperizada. ¡Lo teníamos!, CAMPERPIAN.
Y así surgió este nombre tan pegadizo y cuya historia le encanta contar a nuestra hija Pilar, pues lo habíamos elegido entre todos y salía de nuestras iniciales.
Un pasito más
Necesitábamos un logo que nos identificase, así que decidimos contactar con el ilustrador Álvaro Reinoso de Aroideas, pues teníamos muy buenas referencias de él y nos encantó el trabajo que realizó para Elena Martínez del Hoyo en Coequipo, nuestra tía y quién me introdujo en el maravilloso mundo del crecimiento personal, pero bueno, eso es otro tema…
Después de contarle nuestra historia a Álvaro, nos mandó varios bocetos geniales que incluían todos los elementos importantes para nosotros: el sol, el flamenco y un cactus. Además, eso de usar la pata del flamenco para que fuera la «P» y el cactus la «I» me cautivó.
¿Y por qué un flamenco, un sol y un cactus?
Pues te explico:
El flamenco rosa es Pi, que representa a mi hija Pilar y mi afición por la lectura sobre el crecimiento personal, autoconocimiento, autoayuda… además es mi animal favorito.
El pequeño cactus es An, que representa a mi hijo Antonio y a mi afición por los viajes con furgoneta en familia por la naturaleza.
Y el sol lo elegimos para representar a Huelva. Nuestra provincia pertenece a la Costa de la Luz (zona donde más horas luce el astro), cuenta con más de 120 kilómetros de playas y tiene naturaleza repartida de norte a sur. No se nos ocurrió mejor elemento que este para representarla en nuestro logo familiar.
¡Los sueños se cumplen!
Un año y medio después de adquirir nuestra furgoneta camperizada y en plena crisis del coronavirus decido cumplir un sueño y dar el salto a la red. Con este pequeño proyecto pretendo compartir contigo todo lo que he ido aprendiendo durante estos años (y en adelante…).
Te contaré todo lo que he descubierto de mi provincia, las rutas para autocaravanas y furgonetas que hacemos, te informaré sobre los distintos puntos de pernocta que encontremos y de cada uno de los rincones que vayamos visitando en nuestras escapadas familiares en furgoneta por toda la provincia de Huelva y sus alrededores.
¿Te animas a viajar con nosotros? Espero que tu respuesta sea SÍ y que disfrutes leyendo nuestras historias tanto como yo escribiéndolas. Y por supuesto, si lo necesitas, ¡no dudes en contactar con nosotros!
¡Nos vemos por Huelva!
Deja una respuesta